La simpleza de lo cotidiano en terapia ocupacional
La Terapia Ocupacional se cruza por tu vida, y de repente te cuestionas cosas que nunca te habías parado a pensar que ni fueran importantes, ni que fueran complicadas, y mucho menos te planteas qué pasarías si de repente ocurriera algo que te dificultara hacer todas esas cosas (sí, sí, el “neurotípico de libro” no se plantea nada de esto): hacerse la lazada, ponerse unos pantalones, llevarse una cuchara a la boca, permanecer sentado mientras comes, lavarse los dientes, sonarse la nariz.
La Terapia Ocupacional trabaja con ACTIVIDADES SIGNIFICATIVAS, en base a lo que una persona considera que es importante en su vida. Trabajamos para mejorar la FUNCIÓN. Trabajamos para que la persona pueda tener conductas adaptadas a las demandas de su ENTORNO. Tratamos de que la persona tenga CONTROL SOBRE SU VIDA, unos HÁBITOS, RUTINAS y ROLES ajustados, y unas DESTREZAS motoras, sensoriales, cognitivas y sociales, que le permitan tener un día a día satisfactorio, con una calidad de vida y una funcionalidad de adecuadas… Básicamente, tratamos de dar por apoyos a las personas ¡para que sean FELICES!
La importancia de lo cotidiano, lo diario, es innegable en Terapia Ocupacional: “todas las personas construyen sus vivencias a partir de experiencias particulares, tanto nuevas y sorprendentes, como repetidas y rutinarias” (Koselleck, 2004, tomado de Talavera, 2013). Yo antes de estudiar Terapia Ocupacional, no me planteaba que elegir la ropa en función de las circunstancias meteorológicas o peinarse fuera algo importante o complejo… probablemente muchos de vosotros tampoco…
De ahí la importancia de este post, para concienciar a los neurotípicos, a las familias, a otros profesionales… de la importancia de lo cotidiano. En una pequeña comunicación que hice en el Congreso Internacional sobre TEA (2012), presenté una pequeña comunicación sobre Terapia Ocupacional en Actividades de la Vida Diaria… nada, una pequeña introducción a la T.O., pero incluí un cuadro con algunos de los mitos que todavía rodean a nuestra profesión. Uno de ellos, son un conjunto de creencias en las cuales se confunde lo cotidiano, con lo simple.
“Eso se lo enseño yo en casa” – “Para hacer eso no lo voy a traer aquí” – “Ya aprenderá sólo, todavía es muy chico”
Para ilustrar esto, os propongo un ejemplo… vamos a analizar la actividad “lavarse los dientes”.
Actividad: Lavado de dientes
¿Qué?
Actividad: lavado de dientes. Tiene en principio, un grado de complejidad medio. Se relaciona con alimentación (mucho), está dentro de las actividades de cuidado personal, se relaciona también con cuidado del hogar (un poco). ¿Por qué?
Es fundamental para el desempeño de la vida diaria. De ello depende nuestra salud bucodental. ¿Cuándo y Dónde?
Se realiza tras ingerir alimentos, tanto en casa como en otros ambientes. Es una de las tareas que realizamos en el aula de Terapia Ocupacional. Tras acabar hay que recoger todo y asegurarse de que la boca está limpia (cuidado personal), y el baño limpio y recogido (cuidado del hogar). Normalmente, se realiza tras el desayuno, almuerzo y cena o antes de dormir. Usualmente, 3 – 4 veces al día. Se debe realizar en el baño, en el lavabo. ¿Quién?
Es una tarea individual, no se necesitan más personas para el desempeño de esta actividad (exceptuando que se deban prestar apoyos, pero en la tarea en sí no es necesaria la presencia de nadie más). ¿Cómo?
Es una tarea que debería durar unos 2-5 minutos. Es una tarea continua, que se puede dividir en distintos pasos (pueden variar en función de la persona): Asegurarse de que hay luz suficiente para realizar la tarea (encender la luz si procede). Preparar los útiles: vaso con agua, cepillo y pasta (más otros si se usaran). Echar la pasta en el cepillo y mojarlo. Cepillarse por todos los dientes durante 1 – 2 minutos (¿cepillarse la lengua y/o las mejillas?). Escupir y enjuagarse. Limpiarse la boca. Guardar todo. Asegurarse de que la cara y la boca están limpias, sin restos de pasta. Asegurarse de que se deja todo limpio y recogido. Apagar la luz si se encendió. En principio, esta tarea no presenta riesgos excesivos. Destrezas necesarias: Destrezas sensoriales: Sensibilidad oral (táctil). Si el cepillo es eléctrico, también hay que tener en cuenta la sensibilidad auditiva. Las luces de los baños en ocasiones son estridentes, hay espejos… (ojo a nivel visual). Destrezas motoras: Posicionamiento adecuado para la tarea (alinear, estabilizar y posicionar). Realización de una pinza y una manipulación adecuada de los objetos, aplicando la fuerza adecuada. Coordinación ojo-mano para poner maniobrar con el cepillo y los otros elementos. Destrezas cognitivas: Conocimientos de higiene bucodental, de los elementos del lavado de dientes. Atención sostenida y control de distractores: ser capaz de mantenerse en la tarea, sin distraerse con otros elementos del baño, con el agua del lavabo, mirándose en el espejo, con el jabón… Planificación y secuenciación: ser capaz de realizar los pasos de la tarea en el orden adecuado (por ejemplo, primero echo la pasta y luego la mojo con agua). Control temporal: realizar las tareas, iniciando, continuando y finalizando en el momento adecuado. Control de la impulsividad a la hora de realizar los pasos. Monitorización: ser capaz de darse cuenta cuando una tarea se ha completado de forma exitosa (por ejemplo, si tengo un trocito de lechuga pegada en los dientes, todavía no he acabado de cepillarme; si todavía tengo pasta en la cara, no he terminado de limpiarme). Organización de espacio de trabajo, localización de elementos, recogida y guardado. ¿Te sigue pareciendo tan fácil?
Así que, el desempeño de un chico a la hora de realizar esta tarea puede verse afectado por todo esto (más los factores ambientales que no los he desarrollado mucho porque éste ha sido un análisis general). Puede haber una disfunción a nivel táctil en la zona orofacial, puede ser que molesten las luces o los ruidos, que tenga baja la propiocepción o que no module adecuadamente y no sea capaz de mantenerse de pié delante del lavado, que haya una disfunción a nivel ejecutivo que haga que se realicen las tareas de forma muy rápida, que las pinzas y presas no sean funcionales…. a lo que hay que tomar decisiones sobre si se reentrena, se compensa o ambos; o si se va a compensar porque antes hay otros objetivos más prioritarios para la familia y mientras buscamos que esta tarea “no cause más problemas”; si elegimos cepillo eléctrico o manual, si ponemos un reloj de arena o una canción o esto hace que se distraiga, si usamos pictos o fotos (ojo a aquellos que piensan que por enseñar un picto un chico va a aprender algo de forma mágica), cómo se va a reforzar cada paso…. Y muy importante, hay quien piensa que por enseñar la secuencia ya está todo hecho (¡ja, esto no es ser independiente!), hay que entrenar en la volición y la motivación para realizar la tarea, así como generalizar y promover la habituación para que esa tarea se incorpore al día a día del chico.
Por eso, cuando alguien me dice algo tipo “La Terapia Ocupacional se ha hago yo en casa”… pues, en fin, trato de explicar esto (trabajo de destrezas para la autorregulación de Sabina )
Así que recuerda… Lo cotidiano… ¡¡¡¡¡no tiene por qué ser simple!!!!