¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos en estos momentos de crisis?
Nuestros hijos están asustados y confundidos con lo que está pasando. Nuestra tarea principal es tranquilizarlos, tratar de restablecer en ellos un sentimiento de seguridad, que sientan que están a salvo, que están protegidos y que son queridos. Que a pesar de los peligros que puedan haber, nosotros estamos ahí con ellos para cuidarlos.
Aunque los niños, por lo general, son muy resistentes, tienen defensas naturales que les ayudan a sobrellevar momentos difíciles, en estos momentos tan violentos y de tanta angustia, necesitan un apoyo especial de nosotros sus padres.
En sociedades que han atravesado conflictos sociales aún peores que los nuestros, se ha encontrado que el factor más importantes que ayuda a proteger la salud física, mental y emocional de los niños son los padres y madres en el hogar.
Nosotros podemos ayudarles a trabajar sus emociones, a fortalecer sus defensas emocionales, podemos brindarles el apoyo y la protección necesaria para enfrentar la situación.
Recomendaciones básicas
• Trata de mantener la calma.
Los niños captan nuestra angustia. Mientras más tranquilos estemos con más calma responderemos a sus necesidades y ellos se sentirán más seguros.
• No hagas como si nada estuviera pasando ni evites hablar de eso.
Los niños son inteligentes, saben que algo no anda bien y pueden preocuparse si creen que tenemos miedo de hablar sobre lo que ocurre. Además si no les hablamos nosotros lo hará otra gente.
• Diles la verdad.
Aclara sus dudas. Explícales la situación en forma sencilla, a su nivel, sin detalles innecesarios que puedan angustiar más.
• Mantén una rutina y normas lo más normales posible.
Mantener las rutinas - comidas, baño, juegos, dormir - es muy importante. La rutina pone orden, les da seguridad, es ‘terreno conocido’, los tranquiliza. Pero no debemos ser inflexibles, al niño le puede costar concentrarse en las tareas o irse a dormirse.
• Sé cariñoso, y en la medida de lo posible, mantente cerca de los niños.
Nuestra presencia y el contacto físico les da seguridad, los reconforta y nos permite darnos cuentas de sus reacciones. El abrazo, el dejarlos sentarse con uno, el estar tiempo extra con ellos al acostarse, los hace sentirse queridos y a salvo.
• Permíteles y ayúdales a expresar lo que sienten.
Hablando o a través de vías no verbales como el arte o el juego. Explícales que es normal, en algunos momentos, sentirse bravos o tristes.
• Evita que vean imágenes violentas y estén presentes en discusiones políticas acaloradas.
• Realiza con ellos actividades positivas como juegos, cantos, dibujos, oraciones o salidas al parque si es seguro.
Recomendaciones generales
• Fomenta relaciones sociales, aumenta su círculo de apoyo.
Promueve los lazos y el intercambio con familiares, vecinos, amigos, compañeros de estudio, de modo de que el círculo de apoyo del niño crezca. Es importante que aprenda a establecer relaciones positivas y saludables, tanto con adultos como con otros niños. El recibir apoyo de otras personas, le ayudará a superar los tiempos difíciles.
• Que esté callado no quiere decir que esté calmado.
Observa a tus hijos, en especial a los más callados. Aun cuando no hablen de lo que sienten o de sus temores, dolencias físicas, cambios de comportamiento, problemas para dormir pueden ser indicativos de estrés emocional. Ayúdales a expresar cómo se sienten por medio de dibujos, juegos, escritos, u otras actividades propias de su edad.
• Dedícale tiempo extra y un momento especial a cada uno.
Reserva un momento privado, especial para estar con cada niño. Tan sólo quince minutos al día, dedicados a ellos, pueden ser suficientes para ayudarlos a sentirse seguros y apoyar su salud emocional.
• Habla de otra cosa.
Aunque los niños estén muy pequeños, los comentarios continuos, las especulaciones que asustan y las imágenes o conversaciones constantes acerca de la situación aumentan sus temores e inseguridades. Limita esas discusiones en frente de los niños y procura espacios y momentos libres de temas políticos.
• Construye una muralla protectora con cosas buenas.
Planifica actividades familiares que le ayuden a tener una buena reserva de experiencias positivas que le sirvan de protección ante los momentos difíciles. Esto puede ser juegos de mesa, ver una película juntos o visitar un lugar que les guste y sea seguro.
• Planifica arreglos prácticos que brinden seguridad.
Planifica lo que deben hacer si pasa algo, cómo mantenerse comunicados, a dónde ir. Haz planes que den un sentido de seguridad, como evitar ciertas calles o regresar a cierta hora. Comparte con tus niños los planes, eso les hará sentirse seguros a ellos también.
• Combate la intolerancia, promueve la convivencia.
Es importante revisar nuestra propia agresividad, nuestro lenguaje y los comentarios que hacemos sobre la situación. Debemos ponerle un parado al ambiente de odio e intolerancia que se ha generado en el país y evitar ‘echar más leña al fuego’. Los insultos, las generalizaciones ‘todos esos xxx son unos xxx’ metiendo a todo un grupo en el mismo saco nos están haciendo daño a todos. Debemos evitar el uso de un lenguaje que exprese descalificación, burla, humillación u ofensa.
Tratemos de promover en nuestro hogar, en la familia, con los vecinos y con los niños y jóvenes un ambiente de tolerancia y respeto a las ideas de los otros. Esto no quiere decir que aceptemos las injusticias, que no tengamos y defendamos nuestras ideas o que cambiemos automáticamente nuestra forma de pensar. Si hay responsables hay que señalarlos pero sin generalizar u ofender. Es necesario bajarle el tono a la discusión, ver los tonos de grises.
Protejamos a nuestros hijos de una polarización llena de etiquetas que ha fracturado al país y roto la convivencia, de un ambiente intolerante que ha hecho un gran daño físico, social, moral y emocional a nuestras familias y nuestra sociedad.
No dejemos que la violencia se meta en nuestros corazones y nos domine. La democracia se construye también desde nuestros hogares a través del diálogo, fomentando la paz y el respeto al otro y a las diferentes ideas.
Fuente:
Extracto del Manual "¿Qué podemos hacer? - Ayudando a nuestros hijos en tiempos de violencia y conflicto social" escrito por Carolina de Oteyza y el Grupo de Profesionales de Apoyo en Crisis