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Los Niños y la Comunicación (III)


Ya conocemos un poco más del proceso y evolución de la comunicación desde sus primeras etapas. Surge ahora la necesidad de analizar las funciones y diferentes dimensiones del lenguaje. Básicamente tenemos que hacernos tres preguntas para ahondar en este tema: para qué comunico, qué comunico y cómo lo comunico.

¿Para qué comunico?

Se refiere a las razones o motivos por los cuales nos comunicamos con los demás y a la función verbal, es decir, la pragmática que no es más que el uso social del lenguaje y nuestra capacidad de interacción.

El desarrollo pragmático abarca muchos aspectos que van desde las conductas básicas de comunicación hasta las intenciones más tempranas, intermedias y maduras las cuales exigen una gran habilidad verbal

Podemos englobar las conductas básicas de comunicación, las intenciones tempranas y las intenciones intermedias de la siguiente forma:

Conductas básicas de comunicación:

  • Capacidad para compartir la atención: Es la habilidad de enfocar la atención en el compañero de comunicación y/u objetos.

  • Capacidad para tomar turnos: Es un proceso aprendido que consiste en alternar turnos durante una actividad donde participan mínimo dos personas. Para que se considere una toma de turnos es necesario incluir a la otra persona.

  • Capacidad para pedir “más”: Es la habilidad de pedir que continúe una actividad

  • Capacidad para comunicar elecciones: Es la habilidad de seleccionar un objeto o acción entre varias opciones

  • Capacidad para rechazar, aceptar (no, sí): Es la manera de mostrar que no quieres o si quieres algo.

  • Capacidad para imitar

Intenciones tempranas:

  • Pedir

  • Llamar

  • Señalar

  • Entregar

  • Ofrecer

  • Reclamar

  • Negar

  • Solicita acción

  • Protestar

Intenciones maduras:

  • Responde preguntas

  • Evoca eventos

  • Reporta experiencias

  • Solicita información

  • Comenta

  • Opina

  • Describe

  • Habilidades de conversación

  • Intenciones maduras

  • Predice

  • Bromea

  • Ridiculiza

  • Cuestiona

  • Reconoce una incongruencia

  • Critica

¿Qué comunico?

El contenido es el desarrollo semántico del lenguaje. Se refiere a los significados que comunicamos y tiene que ver con la parte cognitiva de los seres humanos.

El niño aprende estos significados a través de las experiencias que tiene con los objetos y de las situaciones que ocurren a su alrededor mientras interactúa con los demás. El contenido refleja además la organización cognitiva y el pensamiento, de allí que el desarrollo de las destrezas cognitivas sea crítico en el desarrollo del lenguaje.

El lenguaje es el instrumento de referencia a la realidad exterior (e interior). Esta realidad debe ser primero comprendida no verbalmente antes de poder ser verbalizada utilizando los medios y las reglas del código lingüístico de la comunidad. Es fácil creer que para que el niño aprenda el lenguaje la única tarea consiste en el aprendizaje del código lingüístico. En realidad, el pequeño confronta casi simultáneamente una doble tarea: el aprendizaje del mundo no lingüístico y el aprendizaje del código.

Para poder organizar el proceso de adquisición del desarrollo semántico o contenido del lenguaje, lo hemos dividido en 6 áreas, las cuales se complementan entre ellas:

  • Juego: el juego es el primer acto creativo del ser humano que se inicia desde que uno es bebé a través del vínculo que se establece con la realidad exterior, fantasías, necesidades y deseos. El juego es determinante en al proceso de desarrollo semántico y constituye un ejercicio preparatorio porque a través de actividades lúdicas se adquieren una gran cantidad de conocimientos y habilidades útiles para la vida. Jugar es necesario para madurar. Tomando en cuenta la edad del niño, no hay mejor forma de estructurar un pensamiento y mejorar los tiempos de atención que jugando. Nos encontramos con diferentes tipos de juego: el juego interactivo, juego funcional, juego simbólico, juegos de roles y juegos de mesa y/o reglas.

  • Establecimiento de relaciones semánticas iniciales: es la capacidad que tiene el niño para combinar significados (no necesariamente a través del habla) que involucren “acción + agente”, “agente + objeto”, “acción + ubicación”, “objeto + atributo” y la capacidad para manifestar a través de sus procesos comunicativos, existencia, no existencia, recurrencia, negación, posesión, acción e incorporación de conceptos básicos a su lenguaje espontáneo.

  • Capacidad para establecer etiquetas: es la capacidad que tiene un niño de reconocer objetos por su nombre relacionados a partes del cuerpo, partes de la casa, familiares, prendas de vestir, animales, lugares, juguetes y verbos.

  • Capacidad para establecer asociación: es la capacidad para relacionar esos objetos entre ellos, bien sea porque son iguales, por su función o porque pertenecen a una misma categoría

  • Habilidades receptivas: es la capacidad que tiene un niño para llevar a cabo instrucciones, responder a preguntas simples, cerradas, con diferentes encabezados y/o relacionadas a cuentos.

  • Establecimiento de relaciones semánticas más complejas: es la capacidad que tiene un niño para comprender situaciones causa-efecto, reconocer absurdos, resolver adivinanzas, establecer inferencias, solucionar problemas (simples e hipotéticos), establecer diferencias y semejanzas, comprender significados no literales, comprender chistes, bromas y dobles sentidos y comprender

¿Cómo comunico?

Es la dimensión más familiar del lenguaje y a la que generalmente le dan más importancia. Es la que identificamos como habla, articulación, voz, sintaxis y morfología. El niño aprende este sistema de señales convencionales cuando interactúa con los hablantes (niños y adultos) dentro de su ambiente.

En esta dimensión observamos como habla el niño a través de:

  • Fonología: sistema de sonidos del lenguaje, posibles fallas articulatorias

  • Morfología: forma que adquieren las palabras dentro de la oración (concordancia género, número, persona, conjugación verbal, etc.)

  • Sintaxis: estructura del lenguaje. Como ordenan las oraciones dentro del lenguaje espontáneo.

  • Soporte anatomo-fisiologico del habla: donde se ven los patrones oral-motores, estructura y función de órganos articulatorios, voz, respiración, coordinación neumofónica, audición y habla (fluidez, velocidad y entonación)

Es una dimensión tan importante como las otras dos, sin embargo es la última, que durante un tratamiento se debe intervenir.

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